Con las máquinas ya en el campo, es hora de afinar las previsiones de la cosecha de cereal de invierno. La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) estima que la campaña 2016 será "buena" y superará los 2,5 millones de toneladas, casi un 20% más que el año pasado, cuando se recolectaron 2,16 millones de toneladas. Este incremento, sin embargo, no arrojará un balance positivo al negocio de los agricultores, ya que, según denunció la organización, la bajada del precio del petróleo no se ha trasladado a los precios de los inputs agrarios y este año ha habido un aumento "importante" de los sobrecostes debido a la necesidad de aplicar tratamientos contra enfermedades fúngicas.
Estas plagas, favorecidas por la humedad de las abundantes lluvias del invierno y las temperaturas cálidas posteriores, han mermado la cosecha de trigo, al no poder desarrollar raíces profundas, según explicó Javier Langa, responsable del sector de herbáceos de UAGA. La zona menos productiva, tras verse muy perjudicada por la sequía, es la parte alta de la Comarca del Jiloca, donde la campaña se da por perdida.
La producción aragonesa de cereales de invierno en secano será de 1,82 millones de toneladas, frente a las 761.000 toneladas en regadío. La superficie de cultivo se mantiene estable respecto al año pasado, tanto en secano como en regadío, según UAGA, que ha elaborado sus previsiones en función a estos datos. Así, el sindicato calcula más hectáreas sembradas en regadío que en el 2015, aunque menos de maíz "porque el precio es más bajo que entonces". En este sentido, la campaña 2015 de esta variedad alcanzó las 61.000 hectáreas de primera cosecha, a las que habría que sumar casi otras 30.000 de segunda, sobre todo en la provincia de Huesca. Los rendimientos descendieron respecto al 2014, con hasta 30.000 kilos por hectárea de disminución.
Teo Largo, responsable técnico de herbáceos de UAGA, vaticinó que la cosecha del 2016 estará "entre las cuatro o cinco mejores de los últimos 20 años". Otra cosa, matizó, serán los precios. Según la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe), a fecha de 29 de mayo, el trigo blando se ha abaratado un 7% respecto a hace un año y un 16% en relación al 2014, con 168 euros por tonelada, mientras que la del trigo duro se paga a 226 euros, un 12% menos; la cebada se sitúa en 163 euros por tonelada, un 6% y un 3% menos que en el 2015 y el 2014, respectivamente; y la avena es un 6% más barata que hace un año pero un 16% más cara que hace dos. "La especulación es salvaje, y en el precio hay mucho de este factor", subrayó.
Estas plagas, favorecidas por la humedad de las abundantes lluvias del invierno y las temperaturas cálidas posteriores, han mermado la cosecha de trigo, al no poder desarrollar raíces profundas, según explicó Javier Langa, responsable del sector de herbáceos de UAGA. La zona menos productiva, tras verse muy perjudicada por la sequía, es la parte alta de la Comarca del Jiloca, donde la campaña se da por perdida.
La producción aragonesa de cereales de invierno en secano será de 1,82 millones de toneladas, frente a las 761.000 toneladas en regadío. La superficie de cultivo se mantiene estable respecto al año pasado, tanto en secano como en regadío, según UAGA, que ha elaborado sus previsiones en función a estos datos. Así, el sindicato calcula más hectáreas sembradas en regadío que en el 2015, aunque menos de maíz "porque el precio es más bajo que entonces". En este sentido, la campaña 2015 de esta variedad alcanzó las 61.000 hectáreas de primera cosecha, a las que habría que sumar casi otras 30.000 de segunda, sobre todo en la provincia de Huesca. Los rendimientos descendieron respecto al 2014, con hasta 30.000 kilos por hectárea de disminución.
Teo Largo, responsable técnico de herbáceos de UAGA, vaticinó que la cosecha del 2016 estará "entre las cuatro o cinco mejores de los últimos 20 años". Otra cosa, matizó, serán los precios. Según la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe), a fecha de 29 de mayo, el trigo blando se ha abaratado un 7% respecto a hace un año y un 16% en relación al 2014, con 168 euros por tonelada, mientras que la del trigo duro se paga a 226 euros, un 12% menos; la cebada se sitúa en 163 euros por tonelada, un 6% y un 3% menos que en el 2015 y el 2014, respectivamente; y la avena es un 6% más barata que hace un año pero un 16% más cara que hace dos. "La especulación es salvaje, y en el precio hay mucho de este factor", subrayó.
Fuente: Ibercide
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