Son
los detalles más destacados de la actual campaña de maíz en Aragón,
campaña que viene con retraso tanto en primera como en segunda cosecha.
El retraso viene motivado por la falta de calor durante la primavera.
Los agricultores citan el sarrajón, que ha desarrollado resistencia a
los herbicidas; y el teosinte, con el deseo de erradicarlo.
Las temperaturas frescas de la primavera han motivado un retraso en el ciclo evolutivo del maíz de primera cosecha (sólo en algunos casos levanta del suelo entre tres palmos y un metro).
Ese retraso también se sufre en segunda cosecha. La cebada y el guisante se han tenido que cosechar más tarde, y ello ha motivado que se haya llegado justo para la siembra del maíz. Esto provocará una merma en el rendimiento final de la campaña (por no poder acumular suficiente número de horas de sol y calor).
Estamos en un año en el que el agua no es problema, porque hay abundancia en los embalses. Sin embargo, los agricultores han decidido no apostar en demasía por el maíz, ya que los precios no son atractivos y el margen de rentabilidad es muy limitado (por los altos costes productivos que hay que afrontar).
En cuanto a malas hierbas hay que citar el sarrajón y el teosinte. Respecto a la primera se están observando resistencias a los herbicidas utilizados hasta la fecha. Y en referencia a la segunda el objetivo esencial es que no se disperse por el territorio maicero; el deseo del sector es controlar la plaga y erradicarla.
Fuente: Diariodelcampo
Las temperaturas frescas de la primavera han motivado un retraso en el ciclo evolutivo del maíz de primera cosecha (sólo en algunos casos levanta del suelo entre tres palmos y un metro).
Ese retraso también se sufre en segunda cosecha. La cebada y el guisante se han tenido que cosechar más tarde, y ello ha motivado que se haya llegado justo para la siembra del maíz. Esto provocará una merma en el rendimiento final de la campaña (por no poder acumular suficiente número de horas de sol y calor).
Estamos en un año en el que el agua no es problema, porque hay abundancia en los embalses. Sin embargo, los agricultores han decidido no apostar en demasía por el maíz, ya que los precios no son atractivos y el margen de rentabilidad es muy limitado (por los altos costes productivos que hay que afrontar).
En cuanto a malas hierbas hay que citar el sarrajón y el teosinte. Respecto a la primera se están observando resistencias a los herbicidas utilizados hasta la fecha. Y en referencia a la segunda el objetivo esencial es que no se disperse por el territorio maicero; el deseo del sector es controlar la plaga y erradicarla.
Fuente: Diariodelcampo
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