Las crisis que se viven en el cultivo del maíz traen aparejados años con mucha superficie cultivada de alfalfa. Fue el caso de finales de los años 90, llegándose a unas 82.000 hectáreas en Aragón. Y es el caso de este año 2016, con unas 80.000 hectáreas destinadas al cultivo de la alfalfa, sobre todo en los regadíos de las provincias de Huesca y Zaragoza.
Las primaveras lluviosas son beneficiosas para la alfalfa de secano y no tanto para la de regadío. Este año es lo que ha ocurrido. Los agricultores de secano tienen la esperanza de llegar a los tres cortes; sin embargo, los de regadío han visto cómo los dos primeros cortes (sobre todo el primero) se han visto perjudicados en la calidad del producto.
El año pasado, curiosamente, se vendieron mejor las segundas calidades que las primeras; sin embargo, el reto es siempre conseguir la máxima calidad. Es la demanda que hay internacional, y hay que atenderla en condiciones.
Emiratos sigue mandando en el mercado exterior aragonés, y se sigue a la espera de ver qué pasa con China (tras la decepción de 2015). En estos momentos el mercado está muy pesado, sin acuerdos comerciales en febrero. La mirada está puesta en julio.
El precio es bajo, como consecuencia de lo que está ocurriendo en el mercado de cereales. En éste los precios son bajos, con lo que arrastra también al mercado de la alfalfa.
Todavía quedan stocks del año 2015. Los industriales “no han barrido” sus almacenes, por lo que aún queda entre un 8 y un 10 por ciento de reservas. Serán absorbidas sin dificultad por el mercado.
Las primaveras lluviosas son beneficiosas para la alfalfa de secano y no tanto para la de regadío. Este año es lo que ha ocurrido. Los agricultores de secano tienen la esperanza de llegar a los tres cortes; sin embargo, los de regadío han visto cómo los dos primeros cortes (sobre todo el primero) se han visto perjudicados en la calidad del producto.
El año pasado, curiosamente, se vendieron mejor las segundas calidades que las primeras; sin embargo, el reto es siempre conseguir la máxima calidad. Es la demanda que hay internacional, y hay que atenderla en condiciones.
Emiratos sigue mandando en el mercado exterior aragonés, y se sigue a la espera de ver qué pasa con China (tras la decepción de 2015). En estos momentos el mercado está muy pesado, sin acuerdos comerciales en febrero. La mirada está puesta en julio.
El precio es bajo, como consecuencia de lo que está ocurriendo en el mercado de cereales. En éste los precios son bajos, con lo que arrastra también al mercado de la alfalfa.
Todavía quedan stocks del año 2015. Los industriales “no han barrido” sus almacenes, por lo que aún queda entre un 8 y un 10 por ciento de reservas. Serán absorbidas sin dificultad por el mercado.
Fuente: Diariodelcampo
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