Apenas superará en millón de toneladas por la sequía invernal
El pasado mes de mayo las previsiones de cosecha eran optimistas y sin embargo, los agricultores de la provincia de Burgos van a recoger este año «un 30% menos» de cereal de lo que estaba previsto.
Una tercera parte menos de cosecha que la media habitual, que se sitúa en torno a los 1,4 millones de toneladas y «también entre un 25 y un 30% de menor calidad». Así llega la recolección a mediados de julio, unas fechas en las que otros años ya se ha recogido el 50% de lo plantado en trigo y cebada, y que aún le quedan otros 20 días, sobre todo en el norte de la provincia, así lo declaraba el presidente de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), preguntado por este periódico.
Ya el año pasado, la campaña del cereal en la provincia de Burgos se demoró aún dos semanas, fundamentalmente en las comarcas de La Bureba y Merindades y es que cuanto más al norte de la provincia, más tarde se acabará la tarea de la recolección de cereal. Una de las razones de que este año se acabe más tarde es que la tierra aún «está muy verde». Y es que la ausencia de calor fuerte durante este mes de julio está «perjudicando» la maduración definitiva del grano. Delgado no augura una gran recolección. «No iremos a pérdidas pero no será importante», subrayó. La previsión de Burgos es que con una superficie de 380.900 hectáreas se puedan recoger 1.005.100 toneladas. La mayor de Castilla y León, pero muy lejos de su rendimiento habitual. Una cifra que supone que Burgos produce la cuarta parte de toda la cosecha de la Comunidad que asciende a 5.978.041 toneladas.
No ha llovido
Delgado entiende que «no ha llovido lo suficiente» y que cuando lo ha hecho, la tierra no ha absorbido. Las lluvias de mayo y junio «sirvieron para espigar», pero para granar «no ha sido suficiente», estima el dirigente de Upa.
Las zonas más avanzadas en la actualidad son las clásicas en esta época del año: Pisuerga, Arlanzón, Arlanza y Ribera, que son las que terminan antes; Merindades y Bureba «tardarán un poco más» y también, sobre todo la segunda, son más fecundas por hectárea. Pero es que incluso en la zona de Arlanzón, «hay aún campos que están verdes», indicaba Delgado.
Recordaba que con esta coyuntura, los agricultores burgaleses no van a perder, «pero sí andaremos muy justos» porque a la cantidad de grano «hay que unirle el descenso significativo de la calidad». Y por ahí es por donde puede llegar la pérdida del productor.
IVA y gastos
Una de las mayores preocupaciones de la gente del campo es la subida del IVA, unido a los gastos que se han tenido en el campo, va a arrastrar «sin ninguna duda» al sector a pérdidas, estima Delgado.
Los agricultores y ganaderos a título principal se van a ver doblemente afectados por esta media, por un lado, les afecta al comprobar como el precio de sus principales factores de producción (gasóleo, semillas, fertilizantes…) se va a ver incrementado y, por otro, como consumidores generales de todos aquellos productos en los que incida esta medida.
Desde la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) se denuncia además que los profesionales que se dedican a esta actividad «no puedes repercutir en los precios de venta de sus producciones» las citadas subidas pues muchos de ellos vienen ya fijados desde Bruselas con lo que tienen que asumir de sus propios beneficios.
Ante este hecho, reclaman el aumento del IVA compensatorio que soportan aquellos profesionales acogidos al régimen especial de este impuesto que en actualidad es del 8,5% para la ganadería y del 10% para la agricultura.
Una tercera parte menos de cosecha que la media habitual, que se sitúa en torno a los 1,4 millones de toneladas y «también entre un 25 y un 30% de menor calidad». Así llega la recolección a mediados de julio, unas fechas en las que otros años ya se ha recogido el 50% de lo plantado en trigo y cebada, y que aún le quedan otros 20 días, sobre todo en el norte de la provincia, así lo declaraba el presidente de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), preguntado por este periódico.
Ya el año pasado, la campaña del cereal en la provincia de Burgos se demoró aún dos semanas, fundamentalmente en las comarcas de La Bureba y Merindades y es que cuanto más al norte de la provincia, más tarde se acabará la tarea de la recolección de cereal. Una de las razones de que este año se acabe más tarde es que la tierra aún «está muy verde». Y es que la ausencia de calor fuerte durante este mes de julio está «perjudicando» la maduración definitiva del grano. Delgado no augura una gran recolección. «No iremos a pérdidas pero no será importante», subrayó. La previsión de Burgos es que con una superficie de 380.900 hectáreas se puedan recoger 1.005.100 toneladas. La mayor de Castilla y León, pero muy lejos de su rendimiento habitual. Una cifra que supone que Burgos produce la cuarta parte de toda la cosecha de la Comunidad que asciende a 5.978.041 toneladas.
No ha llovido
Delgado entiende que «no ha llovido lo suficiente» y que cuando lo ha hecho, la tierra no ha absorbido. Las lluvias de mayo y junio «sirvieron para espigar», pero para granar «no ha sido suficiente», estima el dirigente de Upa.
Las zonas más avanzadas en la actualidad son las clásicas en esta época del año: Pisuerga, Arlanzón, Arlanza y Ribera, que son las que terminan antes; Merindades y Bureba «tardarán un poco más» y también, sobre todo la segunda, son más fecundas por hectárea. Pero es que incluso en la zona de Arlanzón, «hay aún campos que están verdes», indicaba Delgado.
Recordaba que con esta coyuntura, los agricultores burgaleses no van a perder, «pero sí andaremos muy justos» porque a la cantidad de grano «hay que unirle el descenso significativo de la calidad». Y por ahí es por donde puede llegar la pérdida del productor.
IVA y gastos
Una de las mayores preocupaciones de la gente del campo es la subida del IVA, unido a los gastos que se han tenido en el campo, va a arrastrar «sin ninguna duda» al sector a pérdidas, estima Delgado.
Los agricultores y ganaderos a título principal se van a ver doblemente afectados por esta media, por un lado, les afecta al comprobar como el precio de sus principales factores de producción (gasóleo, semillas, fertilizantes…) se va a ver incrementado y, por otro, como consumidores generales de todos aquellos productos en los que incida esta medida.
Desde la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) se denuncia además que los profesionales que se dedican a esta actividad «no puedes repercutir en los precios de venta de sus producciones» las citadas subidas pues muchos de ellos vienen ya fijados desde Bruselas con lo que tienen que asumir de sus propios beneficios.
Ante este hecho, reclaman el aumento del IVA compensatorio que soportan aquellos profesionales acogidos al régimen especial de este impuesto que en actualidad es del 8,5% para la ganadería y del 10% para la agricultura.
Fuente: El correo de Burgos
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