Páginas

miércoles, 27 de mayo de 2015

La ola de calor marca el comienzo de la cosecha de cereal en Aragón pero da un respiro al olivar

Los agricultores aragoneses han comenzado esta semana a cosechar los primeros campos de cereales, cuya producción será mucho menor de la esperada a causa de las altas temperaturas registradas en la primera semana de mayo. Sin embargo, esta ola de calor no ha tenido tanta repercusión finalmente en elolivar, donde no ha afectado a la floración, según El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida ‘Sierra de Cazorla’. José Manuel Penella, secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), ha dicho a Efe que las perspectivas sobre una "gran cosecha" que había se han venido abajo por las altas temperaturas y la ausencia de lluvias en abril. En Extremadura, APAG-ASAJA reduce en un 20% sus expectativas de cosecha de cereales, que achaca a la falta de lluvias y al exceso de calor, por lo que, a su juicio "las calidades de los granos serán bajas en calidad y en cantidad".
A juicio del dirigente de UAGA Aragón, se puede haber perdido en torno a un 40 por ciento de la cosecha de cereal, ya que el grano no ha terminado de cuajar por el calor y aunque en las últimas semanas de mayo la temperatura ha sido fresca, "el daño ya estaba hecho".
La cosecha se ha iniciado en algunas localidades como Bujaraloz, en la comarca de los Monegros, donde se han recogido los primeros campos avena y de guisantes para pienso.
Según Penella, quien ha señalado que aún no tienen estimaciones sobre las toneladas de cereal que se recogerán este año, ha destacado que la cosecha se generalizará en la comunidad aragonesa a partir de la próxima semana.

Respiro en el olivar jienennseal no afectar a la floración el calor

Por su parte, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida ‘Sierra de Cazorla’, ha confirmado en campo que las altas temperaturas sufridas durante el mes de mayo no han afectado a la floración del olivo situado en la campiña, zona de menor altitud de la comarca Sierra de Cazorla, donde ya se puede apreciar en el cuajado del fruto y que éste no ha sufrido importantes daños.
En las zonas de mayor altitud, donde está situado el olivar de montaña, “el olivo aún no ha pasado al siguiente estado fenológico y continúa en proceso de floración por lo que aún no se puede dar un pronóstico seguro en este instante de las consecuencias para esta zona, aunque tampoco se espera una importante afectación”, ha asegurado el secretario del Consejo Regulador de la Denominación de Origen ‘Sierra de Cazorla’, Emilio Tíscar.
Respecto al aforo de cosecha, Emilio Tíscar, ha apuntado que aunque hasta finales de junio no se podrán facilitar las primeras previsiones, “se espera una cosecha notable, superior a la del pasado año, con la principal restricción de la meteorología además de los propios condicionantes de la escasez de lluvias del invierno y la primavera.”.
En esta línea, ha manifestado que “debemos de tener en cuenta los problemas de un año agrícola muy seco y que las altas temperaturas previsibles para los próximos meses, pueden tener unos efectos muy negativos sobre el desarrollo del olivo y el fruto”.

APAG reduce en un 20% las expectativas de cosecha de cereales en Extremadura
 
Asimismo, la organización agraria APAG Extremadura Asaja reduce en un 20 por ciento sus expectativas de cosecha de cereales, que achaca a la falta de lluvias y al exceso de calor, por lo que, a su juicio "las calidades de los granos serán bajas en calidad y en cantidad".
Así lo ha manifestado APAG en un comunicado, en el que explica que el exceso de calor en la primera quincena de mayo y la ausencia de lluvias han dado al traste con las perspectivas de un buen año de cereales en el secano extremeño.
La organización agraria ha explicado que, con repuntes de hasta 38 grados en las dos últimas semanas, las temperaturas han provocado un secado prematuro de los cultivos, con el resultado de rendimientos bajos y calidades deficientes, con granos mal formados, sin terminar y de baja calidad.
Así, estiman que las cosechas de avena se aproximan a los 2.400 kilos por hectárea y las de trigo estarían entre los 2.200 y los 2.400 kilos por hectárea, aunque dependiendo de la variedad, unos granan antes y otros son más lentos. Respecto a las cebadas estiman que darán en torno a los 3.400 kilos por hectárea, gracias a su ciclo de granación más rápido.
Los triticales serán los peores parados de la campaña (1.800 kilos por hectárea), con un ciclo de granación más lento, ya que han sufrido más los problemas de asurado con unos resultados de granos mermados, sin rematar y por tanto con poca calidad harinera.
Los guisantes apuntan a una producción de 1.000 kilos por hectárea aproximadamente debido a la mala nascencia por el exceso de agua y un retraso considerable como consecuencia del frío invernal.
Según ha indicado APAG, todavía es pronto para valorar el cultivo de girasol, que tendrá que pasar todo el verano hasta su cosecha, pues ha tenido problemas de germinación en un cultivo con poca cantidad de plantas por hectárea, lo que provoca que las parcelas estén poco cubiertas. 
 
Fuente: Agroinformacion

No hay comentarios:

Publicar un comentario