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viernes, 29 de mayo de 2015

El 80% de la superficie de cereal en la región de Castilla-La Mancha, afectada por la sequía

«Necesitamos que llueva», es la frase que más se oye estos días entre los agricultores de la región que ven cómo la cosecha de cereal va mermando cada día que pasa sin que haya precipitaciones y con las temperaturas en aumento.
Una situación que se une a la que ya se produjo en la pasada campaña con una sequía que hizo estragos en el cereal de invierno en provincias como Albacete o Cuenca, con más de cien mil hectáreas afectadas y con miles de siniestros declarados a Agroseguro.
Parece que este año los agricultores van a sufrir el mismo problema porque la falta de precipitaciones está afectando gravemente al desarrollo del cereal de invierno (trigo, cebada, avena, centeno), al girasol y a las leguminosas.
Según explicaba a ABC el secretario general de Asaja en Cuenca, Manuel Torrero, la situación «está complicada, llevamos una primavera atípica por falta de precipitaciones y temperaturas elevadas que repercute negativamente sobre el cereal». Y es que esta climatología ha afectado a la fase más crítica de los cereales de invierno. y también al girasol.
En la última semana y media se ha producido en la zona centro un rápido cambio de color de los cereales debido al calor, cuando aún el grano estaba en la fase lechosa, y las altas temperaturas han roto su crecimiento, por lo que el rendimiento de la cosecha será muy pobre.
También afecta al girasol, que en estos momentos está en la fase de nascencia y el calor puede impedir su desarrollo.
 
Pérdidas de cosecha
 
Ante este panorama, Torrero aseguró que se podría perder hasta un 30% de lo que puede ser una cosecha normal de cereal y si la situación persiste y no llueve en los próximos días, se podría llegar hasta el 50% de pérdida en provincias como Albacete, Cuenca y Toledo, las más afectadas, ya que a la sequía se unen los daños provocados por las tormentas de pedrisco de hace unos días.
Algo mejor está la cosecha en la provincia de Ciudad Real, porque se siembra antes el cereal y, por tanto, ha madurado antes y «puede tener un rendimiento más normal», indicó el responsable de Asaja. Mientras que en Guadalajara los agricultores aún tienen margen de mejora porque en esta provincia la cosecha es más tardía, aunque si persiste la sequía también tendrán problemas.
Recordaba Torrero que la cosecha de cereal también fue mala el año pasado, por el mismo motivo, «aunque este año creo que aún será peor», lamentó. En definitiva, cerca del 80% de la superficie de cereal de Castilla-La Mancha sufre las consecuencias de la sequía. «Lo único que pedimos es que llueva. Lo que queremos es que haya algo de cosecha, porque si no llueve se va a perder todo. Si cae algo que agua al menos se podrá recuperar algo».
En cuanto a los cultivos leñosos, viñedo y olivar, sufren menos este problema, aunque también podrían ver afectado el fruto, especialmente el olivar, porque en esta época está en fase de floración y cuajado.
Bajan los seguros
Ante esta situación, la única salida de los agricultores para recuperar parte de la inversión es el seguro por sequía -se contrata en diciembre-. Según explicó ayer a ABC Pedro Leandro Mayorga, de Cooperativas Agroalimentarias, hasta el 15 de junio se puede contratar el seguro por daños climáticos imprevisibles, como pedrisco o inundaciones, aunque muchos agricultores, ante la pobre perspectiva de tener una buena cosecha a causa de la sequía, no están utilizando esta cobertura porque no quieren gastar más en una campaña de cereal que ya está muy mermada.
«Si la siembra viene bien, los agricultores suelen contratar el seguro por pedrisco, porque además es muy económico, pero ante esta situación de sequía, las contrataciones son menores», indicó Mayorga.
Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente celebró ayer una reunión para coordinar la ejecución de todas las medidas previstas en los Reales Decretos aprobados para paliar la sequía que afecta a las cuencas hidrográficas del Segura y el Júcar.
En este encuentro, presidido por la directora general del Agua del Ministerio, Liana Ardiles, participaron los presidentes de las Confederaciones Hidrográficas del Júcar y del Segura, María Ángeles Ureña y Miguel Ángel Ródenas, respectivamente, el delegado del Gobierno en la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, Adolfo Gallardo, y el director general de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), Arcadio Mateo.

Cuenca del Júcar y el Segura
 
En la citada reunión se dio cuenta de las decisiones ya adoptadas para paliar la falta de lluvias. El próximo 2 de junio se mantendrá una reunión en la Dirección General del Agua, con los representantes de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (Scrats) y usuarios de la cuenca para abordar la cesión de derechos desde Orihuela prevista en el Real Decreto.
El próximo 29 de mayo la Confederación Hidrográfica del Júcar convocará la Junta de Gobierno al objeto de poder constituir la Comisión Permanente que contempla el Real Decreto 355/2015, de 8 de mayo.
De igual manera se ha previsto que la Confederación Hidrográfica del Segura convoque en la primera semana del mes de junio la Junta de Gobierno.
La directora general del Agua también informó de que el Ministerio está empezando a habilitar los créditos autorizados por el Real Decreto-ley 6/2015, de 14 de mayo, por un importe total de 50,1 millones de euros para atender las necesidades derivadas de la situación de sequía.

Fuente: Ibercide

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