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lunes, 11 de abril de 2016

La FAO revisa a la baja la producción mundial de trigo, en 2016, para situarla en los 712,7 millones de toneladas

Los pronósticos iniciales sugieren un equilibrio en general cómodo entre la oferta y la demanda mundiales de cereales en la nueva campaña de comercialización (2016/17). El primer pronóstico de la FAO acerca de la producción mundial de cereales en 2016 se sitúa alrededor de los 2 521 millones de toneladas. Esta cantidad, aunque un 0,2 % (4 millones de toneladas) inferior al nivel del año pasado, representaría aún el tercero rendimiento más elevado jamás registrado. La mayor parte de la disminución se deriva de las expectativas de un descenso de la producción mundial de trigo, que se ha revisado a la baja en casi 10 millones de toneladas desde el último mes, hasta 712,7 millones de toneladas. A este nivel, supondría un 2,8 %, o 20 millones de toneladas, menos que en 2015. La reducción interanual es principalmente resultado de los descensos previstos en la Federación de Rusia y Ucrania, donde disminuyeron las plantaciones a causa de condiciones atmosféricas secas. También se prevé una caída de la producción en Marruecos, azotado por la sequía, y en la Unión Europea (UE), donde los rendimientos se reducirán de sus niveles máximos del año pasado a niveles cercanos a la media. Se prevé que en China aumentará ligeramente la cosecha en 2016, gracias a mayores rendimientos, lo que compensará en parte los descensos mencionados, mientras que en la India la producción podría superar el nivel del año pasado, que se redujo por las sequías, pese a las recientes revisiones negativas de las previsiones iniciales.
El primer pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de cereales secundarios en 2016 se sitúa en unos 1 313 millones de toneladas, un 0,8 % (11 millones de toneladas) más que en 2015, lo que refleja principalmente el aumento previsto de la producción mundial de maíz, que compensa con creces las disminuciones previstas en relación con la cebada y el sorgo. Se prevé que la producción de maíz, que supone casi tres cuartas partes de la producción de cereales secundarios, aumentará un 1,1 % (11,5 millones de toneladas) hasta casi alcanzar los 1 014 millones de toneladas en 2016. Gran parte del aumento refleja las expectativas de incrementos en la UE, principalmente basadas en la recuperación prevista de los rendimientos, y en los Estados Unidos, donde se prevé que se expandan las plantaciones como resultado de la previsión de mayores beneficios en comparación con otros cultivos. En cambio, se prevé que la producción en la subregión del África austral y en el Brasil se reduzca, dadas las perspectivas de prolongación de la sequía relacionada con El Niño.
Actualmente está previsto que la producción mundial de arroz aumente un 1,0 % (4,9 millones de toneladas) en 2016, hasta alcanzar los 495 millones de toneladas. El pronóstico da por supuesto el regreso de condiciones meteorológicas normales a tiempo para la siembra de los principales cultivos en el hemisferio norte en Asia, tras dos campañas consecutivas de lluvias irregulares que afectaron a las actividades de siembra. Este nivel previsto de producción mundial implicaría la tercera campaña consecutiva de crecimiento inferior a la tendencia, lo que refleja la continua influencia negativa de la anomalía meteorológica de El Niño en el hemisferio sur, donde la campaña está más avanzada, pero también unos precios mundiales del arroz poco atractivos.
Si bien se trata de datos muy preliminares, se prevé que la utilización mundial de cereales en 2016/17 aumente ligeramente por segunda campaña consecutiva. La utilización total en 2016/17, de unos 2 547 millones de toneladas, sería un 1 % (26 millones de toneladas) superior al nivel de la campaña actual e inferior a su tendencia decenal por segunda campaña consecutiva. El escaso crecimiento refleja sobre todo las perspectivas de una débil demanda de piensos. Se estima que el consumo total de cereales por parte del sector ganadero crecerá únicamente un 0,8 %, incluso más lentamente que en 2015/16, puesto que las difíciles e inestables condiciones económicas han provocado una desaceleración del crecimiento de la demanda de piensos en los últimos años. Se prevé que la utilización mundial de trigo en 2016/17 se mantenga prácticamente invariada, alrededor de los 723 millones de toneladas, puesto que se presume que el ligero aumento del consumo total como alimento compense la disminución de su uso como pienso y para otros fines. Según los pronósticos, la utilización total de cereales secundarios ascenderá a 1 321 millones de toneladas, esto es, un 1,5 % (20 millones de toneladas) más que en 2015/16, gracias a un ligero incremento en la utilización como pienso, hasta los 750 millones de toneladas. Es probable que las disponibilidades más abundantes y baratas aumenten el atractivo del maíz en las raciones de pienso, a expensas del trigo y de otros cereales secundarios. La utilización total de maíz en piensos se estima ligeramente por encima de los 583 millones de toneladas en 2016/17, esto es, un 2,5 % (14,2 millones de toneladas) más que en 2015/16, con un repunte previsto de 9 millones de toneladas únicamente en China. Se prevé que el consumo mundial de arroz aumente un 1,4 % hasta alcanzar los 503 millones de toneladas en 2016/17, de los que se pronostica que se consumirán como alimento 405 millones de toneladas, cantidad suficiente para mantener estable, en 54,6 kilogramos por persona, el consumo mundial per cápita anual.
El primer pronóstico de la FAO sobre las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas que terminarán en 2017, de casi 611 millones de toneladas, indica una disminución del 3,9 % (25 millones de toneladas) con respecto al año previo. Incluso a este nivel inferior de existencias, el coeficiente reservas-utilización de cereales a nivel mundial rondaría el 23 %, lo que supone un descenso respecto a 2015/16 (casi el 25 %) pero un valor superior al mínimo histórico del 20,5 % registrado en 2007/08. Entre los principales cereales, se prevé que la disminución de las existencias de arroz, producto destinado principalmente al consumo humano, sea más limitada, con remanentes previstos de 164 millones de toneladas. La reducción anual de 4,9 millones de toneladas se atribuiría sobre todo a los principales países exportadores de arroz, inmersos en esfuerzos sostenidos para reducir el tamaño de las reservas públicas, además de unas perspectivas de crecimiento débil de la producción. Las reservas de trigo podrían reducirse en unos 11 millones de toneladas, hasta cerca de 194 millones de toneladas, con la mayor parte de la reducción concentrada en la Federación de Rusia y Ucrania. Se prevé que las reservas de maíz disminuyan hasta aproximadamente 205 millones de toneladas, esto es, 11 millones de toneladas menos que esta campaña, con una reducción probable de las reservas de maíz únicamente en China de más de 6 millones de toneladas, hasta 98 millones de toneladas (con todo la tercera cifra más alta jamás registrada). Esta previsión de reducción de las reservas en China se basa en el supuesto de que la reciente decisión del Gobierno de poner fin a partir de 2016/17 al sostenimiento de los precios nacionales y al programa de acumulación de existencias de maíz ayudará a reducir los precios internos del maíz y estimulará su utilización como pienso. En los Estados Unidos, no obstante, las reservas de maíz podrían aumentar por cuarto año consecutivo y alcanzar los 48 millones de toneladas.
A pesar de las muy abundantes disponibilidades para la exportación, se prevé que el comercio internacional de cereales se reduzca en 2016/17 por segundo año consecutivo, con un descenso del 1,4 % (5 millones de toneladas), hasta situarse en 365 millones de toneladas. El descenso previsto en el comercio mundial sería sobre todo resultado de una contracción de la demanda mundial, puesto que muchos países importadores (pero no todos) han acumulado amplias existencias o se espera que obtengan grandes cosechas este año. Es probable que la disminución en el comercio de cereales se deba fundamentalmente a la reducción de las compras de cereales secundarios, especialmente de cebada y sorgo (sobre todo por China), y en menor medida también de maíz (principalmente por la UE), pese a los fuertes aumentos previstos de las importaciones de países del África austral. Se prevé que el comercio total de cereales secundarios en 2016/17 se acerque a los 168 millones de toneladas, esto es, un 3,1 % (5,3 millones de toneladas) menos que esta campaña. Se estima que el comercio de maíz se reducirá ligeramente (un 0,4 %) hasta alcanzar los 129 millones de toneladas, mientras que está previsto que el comercio mundial de cebada y sorgo se sitúe en 25 millones de toneladas y 9 millones de toneladas, con descensos del 7,4 % (2 millones de toneladas) y del 25,4 % (3 millones de toneladas) respectivamente. Se prevé que el comercio mundial de trigo en 2016/17 (julio/junio) ascienda a 153 millones de toneladas, un 0,7 % (1 millón de toneladas) más que en 2015/16, ya que se espera que el aumento de las importaciones por parte de Marruecos, azotado por la sequía, compense con creces las posibles disminuciones en las entregas a varios países asiáticos. Los pronósticos del comercio mundial de arroz en el año civil 2016 se han reducido desde el mes pasado hasta 44,9 millones de toneladas, o sea, cerca del nivel de 2015. El ajuste refleja fundamentalmente unas importaciones inferiores a lo previsto por parte de países africanos, en los que una combinación de buenas cosechas y divisas locales débiles ha contenido la demanda. De manera provisional, se prevé otra caída del 1,8 %, hasta 44 millones de toneladas, en el comercio mundial de arroz en el año civil 2017, puesto que las mejores disponibilidades locales previstas podrían originar una reducción de las importaciones por algunos países asiáticos del Lejano Oriente.
 

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