La ola de calor está arrasando las previsiones y puede ocasionar serios daños al sector
Mientras las organizaciones agrarias reclaman oficialmente el adelanto de la coecha de secano en Castilla y León, en un intento de salvar lo que se pueda de la producción ante los daños de la ausencia de agua y las fuertes temperaturas, la realidad empieza a ser más que preocupante, ya que se augura un futuro inmediato desolador para el sector. Según las previsiones de las propias organizaciones, se calcula una caída de la producción que va del 12% al 30%, y que puede ascender al 50 en algunas comarcas; están apareciendo plagas de hongos que no se van a tratar porque no es rentable invertir para una cosecha a la baja; y no se descarta que algunas parcelas se queden finalmente sin recoger. ASAJA Castilla y León ya calcula en 320 millones de euros el coste de esta ola de calor sólo en esta Comunidad, que perfila la una de los peores datos de los últimos veinte años.
Las previsiones de ASAJA, en estos primeros días de junio, es que la cosecha total en Castilla y León no superaría los 4,3 millones de toneladas, un tercio inferior a la media de la última década (alrededor de 6,2 mill./Tm); de ellas, a proximadamente 2.100.000 serían de trigo, 1.950.000 de cebada, y 250.000 de avena, centeno y otros cereales.
La situación del trigo "no es mala, es malísima"
Es decir que, en el mejor de los casos –porque todavía podría empeorar la situación de los cultivos hasta que se complete la campaña, a lo largo de los meses de junio y julio–, los rendimientos quedarán un 30% por debajo de la media. Estas previsiones situarían a la presente cosecha como una de las cinco peores de los últimos veinte años, las de los años 1995, 2001, 2006 y 2009, al que habría que sumar este 2015.
Sí cree que aún se pueden salvar las zonas más tempranas, porque las cebadas aguantan mejor la sequía, pero las más tardías y sobre todo en trigo "la situación no es mala es malísima".
De los hongos no les ha quedado más remedio que olvidarse. "Si no hay perspectivas de buena cosecha el agricultor no va a invertir 40 ó 50 euros por hectárea para luego no sacar rendimiento alguno". Todavía es más negativo el técnico de UPA Soria, Pablo Ayllón, quien ya prevé un "desastre total", dado que no hay perspectiva a corto ni medio plazo de lluvia. Cree por ello que la situación ya no va a cambiar y que la producción va a ser "irrisoria". Es más, a su juicio, muchas fincas ni se van a cosechar: "No ha llovido en un mes y donde han caído las tormentas se puede salvar algo pero la verdad es que en ninguna zona de la provincia la cosecha va a ser buena", según recoge I. Llorente Yoldi en elheraldo.es
El girasol también corre peligro
Terminando de sembrar el girasol, las noches frías y la falta de agua no han ayudado. "La tierra estaba muy seca y es necesario que las temperaturas sean suaves para que germine la planta, de modo que si de normal nace en siete o diez días, ahora hasta que no llueva habrá pipas que no saldrán con lo que eso puede afectar al campo", vaticina José Ignacio Marcos. En esto también coincide Pablo Ayllón, quien confía en que una vez germine tenga mejores perspectivas que el cereal y le llegue más agua. Así, señala que finalmente habrá muchas fincas que ante esta perspectiva no se siembren de girasol y que se darán de baja antes del 15 de junio, plazo máximo tanto para el seguro agrario como para la PAC.
Como subraya Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León, “en este caso la decepción de los agricultores es doble, porque se da la circunstancia de que a fecha 1 de mayo el campo se presentaba en las mejores condiciones posibles, lo que nos hizo concebir esperanzas sobre una gran cosecha”. Un mes después, el panorama ha cambiado radicalmente, lo que ha lanzado a numerosos profesionales a cosechar “en verde” para aprovechar en lo posible los mermados rendimientos de sus parcelas con destino a alimentación animal, y acelerando como se ve a la primavera la necesidad de entrar a cosechar en la meseta.
La sequía ha perjudicado especialmente a las provincias del sur y centro de la Comunidad Autónoma, por lo que estaríamos hablando de rendimientos medios de unos 1.000 kg/Ha en Ávila, y sobre unos 1.600 kg/Ha en Segovia y Salamanca. Pero toda la región está afectada, incluso las áreas tradicionalmente más productivas de provincias como Palencia y Burgos, que quedarían a 2.200 ó 2.500 kg/Ha, la mitad de su producción habitual.
Mientras las organizaciones agrarias reclaman oficialmente el adelanto de la coecha de secano en Castilla y León, en un intento de salvar lo que se pueda de la producción ante los daños de la ausencia de agua y las fuertes temperaturas, la realidad empieza a ser más que preocupante, ya que se augura un futuro inmediato desolador para el sector. Según las previsiones de las propias organizaciones, se calcula una caída de la producción que va del 12% al 30%, y que puede ascender al 50 en algunas comarcas; están apareciendo plagas de hongos que no se van a tratar porque no es rentable invertir para una cosecha a la baja; y no se descarta que algunas parcelas se queden finalmente sin recoger. ASAJA Castilla y León ya calcula en 320 millones de euros el coste de esta ola de calor sólo en esta Comunidad, que perfila la una de los peores datos de los últimos veinte años.
Las previsiones de ASAJA, en estos primeros días de junio, es que la cosecha total en Castilla y León no superaría los 4,3 millones de toneladas, un tercio inferior a la media de la última década (alrededor de 6,2 mill./Tm); de ellas, a proximadamente 2.100.000 serían de trigo, 1.950.000 de cebada, y 250.000 de avena, centeno y otros cereales.
La situación del trigo "no es mala, es malísima"
Es decir que, en el mejor de los casos –porque todavía podría empeorar la situación de los cultivos hasta que se complete la campaña, a lo largo de los meses de junio y julio–, los rendimientos quedarán un 30% por debajo de la media. Estas previsiones situarían a la presente cosecha como una de las cinco peores de los últimos veinte años, las de los años 1995, 2001, 2006 y 2009, al que habría que sumar este 2015.
Sí cree que aún se pueden salvar las zonas más tempranas, porque las cebadas aguantan mejor la sequía, pero las más tardías y sobre todo en trigo "la situación no es mala es malísima".
De los hongos no les ha quedado más remedio que olvidarse. "Si no hay perspectivas de buena cosecha el agricultor no va a invertir 40 ó 50 euros por hectárea para luego no sacar rendimiento alguno". Todavía es más negativo el técnico de UPA Soria, Pablo Ayllón, quien ya prevé un "desastre total", dado que no hay perspectiva a corto ni medio plazo de lluvia. Cree por ello que la situación ya no va a cambiar y que la producción va a ser "irrisoria". Es más, a su juicio, muchas fincas ni se van a cosechar: "No ha llovido en un mes y donde han caído las tormentas se puede salvar algo pero la verdad es que en ninguna zona de la provincia la cosecha va a ser buena", según recoge I. Llorente Yoldi en elheraldo.es
El girasol también corre peligro
Terminando de sembrar el girasol, las noches frías y la falta de agua no han ayudado. "La tierra estaba muy seca y es necesario que las temperaturas sean suaves para que germine la planta, de modo que si de normal nace en siete o diez días, ahora hasta que no llueva habrá pipas que no saldrán con lo que eso puede afectar al campo", vaticina José Ignacio Marcos. En esto también coincide Pablo Ayllón, quien confía en que una vez germine tenga mejores perspectivas que el cereal y le llegue más agua. Así, señala que finalmente habrá muchas fincas que ante esta perspectiva no se siembren de girasol y que se darán de baja antes del 15 de junio, plazo máximo tanto para el seguro agrario como para la PAC.
Como subraya Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León, “en este caso la decepción de los agricultores es doble, porque se da la circunstancia de que a fecha 1 de mayo el campo se presentaba en las mejores condiciones posibles, lo que nos hizo concebir esperanzas sobre una gran cosecha”. Un mes después, el panorama ha cambiado radicalmente, lo que ha lanzado a numerosos profesionales a cosechar “en verde” para aprovechar en lo posible los mermados rendimientos de sus parcelas con destino a alimentación animal, y acelerando como se ve a la primavera la necesidad de entrar a cosechar en la meseta.
La sequía ha perjudicado especialmente a las provincias del sur y centro de la Comunidad Autónoma, por lo que estaríamos hablando de rendimientos medios de unos 1.000 kg/Ha en Ávila, y sobre unos 1.600 kg/Ha en Segovia y Salamanca. Pero toda la región está afectada, incluso las áreas tradicionalmente más productivas de provincias como Palencia y Burgos, que quedarían a 2.200 ó 2.500 kg/Ha, la mitad de su producción habitual.
Fuente: Agroinformacion
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